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Crisis política en Seúl abre la puerta para reforma al sector corporativo

Tras escándalo de corrupción, afán regulador es transversal entre candidatos.

Por: | Publicado: Martes 2 de mayo de 2017 a las 04:00 hrs.
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Mientras las tensiones con Corea del Norte han acaparado los titulares internacionales, los surcoreanos están más preocupados con los temas domésticos. En respuesta a las ansiedades económicas de la opinión pública –aún agitada por el escándalo de corrupción que llevó a la impugnación de la presidenta, Park Geun-hye–, las campañas por las elecciones presidenciales del 9 de mayo incluyen un mayor impulso para reformar los gobiernos corporativos, con la mira en los conglomerados familiares, llamados chaebol. Aunque restringida por una mayoría parlamentaria débil, la próxima administración, de carácter liberal, probablemente llevará a cabo algunas de sus promesas de reforma debido a la atención que hay sobre el tema.

Esta no es la primera vez que controlar la influencia de los chaebol emerge como un pararrayos político para la transición quinquenal del poder en Corea del Sur. Park Geun-hye, la ex presidenta ahora en prisión a la espera de un juicio, ganó la carrera presidencial de 2012 en base a una reforma a los chaebol. Su partido, antes Saenury y ahora conocido como el Partido de Libertad de Corea (LKP) logró aprobar varias enmiendas a la Ley de Regulación de Monopolios y Comercio Justo. Una, de agosto de 2013, prohíbe la práctica de las empresas chaebol de negociar entre ellas en términos nepotistas. Otra, de enero de 2014, prohíbe la formación de nuevas participaciones cruzadas que involucren a tres o más compañías que pertenezcan al mismo chaebol, a excepción de fusiones, adquisiciones y canje de acciones.

Sin embargo, Park cambió el curso de su política económica a la mitad de su presidencia, bajo la presión de un prolongado freno al crecimiento económico que comenzó en 2011. La provisión de la Ley de la Asamblea Nacional contra la aceleración de los proyectos de ley por mayoría también frenó el impulso regulador.

Un escándalo distinto

Aunque los casos de corrupción de alto nivel tienen una ocurrencia relativamente regular, la escala e impacto del más reciente no tiene precedentes. El rol de los chaebol ha sido dramáticamente amplificado con el arresto del heredero del grupo Samsung, Lee Jae-yong, acusado de canalizar millones de dólares en sobornos para Choi Soon-sil, confidente privada por largos años de Park, con la esperanza de lograr apoyo del gobierno para fusionar dos subsidiarias de Samsung en 2015.

A diferencia de otros líderes empresariales condenados, Lee no está esperando su juicio en libertad y, si es condenado, probablemente no obtendrá un indulto presidencial, como ha ocurrido en otras administraciones. Asimismo, mientras los ex presidentes Chun Doo -hwan (1980-88) y Roh Tae-woo (1988-93) fueron arrestados por cargos de corrupción en 1995, varios años después de dejar el cargo, la investigación del escándalo que envuelve a Park la sacó del gobierno. También hizo que el poder republicano, que duró dos administraciones consecutivas desde 2008, se deshiciera por completo, pavimentando el camino para un rápido giro del poder hacia la izquierda. La presión por una reforma de los chaebol ha sido significativamente fortalecida.

Impulso contra los chaebol

Los dos principales candidatos –Moon Jae-in, del partido de izquierda Minjoo, y Ahn Cheol-soo, del centrista Partido Popular (PP)– han hecho campaña a favor de reformar los gobiernos corporativos y reducir la influencia que los chaebol tuvieron en la elección de 2012, que ambos perdieron contra Park.

La agenda económica de Moon incluye propuestas para reducir la excesiva influencia de los chaebol sobre la economía, entre ellas algunas que dificultan la consolidación del poder de las familias controladoras.

La campaña de Ahn va por líneas similares y aboga por una aplicación más dura de la ley de competencia y mayores impuestos efectivos para los chaebol. Otras medidas incluyen prohibir a los líderes de conglomerados acusados de romper la ley que sigan a cargo de sus compañías y reducir la brecha salarial entre empresas chaebol y no chaebol.

El panorama ideológico sobre la reforma ha cambiado: el sector conservador está debilitado y el consenso sobre las reformas trasciende a los partidos. La próxima administración puede concretar sus promesas más emblemáticas a inicios de su mandato.

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